Hemos pasado la noche en un hotel de Chicago que nos costó lo suyo encontrar. En el avión vi El Gran Gatsby (la nueva, la de DiCaprio, dirigida por Baz Luhrman, el de Moulin Rouge (como se nota, por cierto) Sé que hacía falta dar detalle) (estoy abusando de los paréntesis) Bueno, el proceso de viajar fue lo de siempre; seguridad, hacer escala, recoger maletas, que a mi padre lo interrogaran por tener nombre de un terrorista muy buscado y por ello casi perder el avión pero que el llanto de mi hermana nos salvara... LO DE SIEMPRE
Pero antes de todo ese lío de aeropuertos, tuve el honor de ser despedida por estas mozas en la puerta de casa de mis abuelos, que me dieron una sorpresa y me hicieron entrega de la libreta que llevo en la mano, que ellas y otra gente han ido rellenando estos meses y recoge anécdotas, fotos (esa impresora xula), cartas, letras de canciones, citas de Van Gogh y de Badem Powell, dibujos, lunas del WhatsApp, chistes malos y frases nuestras.
Me lo fui leyendo en el aeropuerto y en el primer avión, donde, lo admito, lloré. Me gustaría escribir algún tochaco sobre las despedidas y la amistad, pero creo que sobra. Solo agradecer el esfuerzo que habéis hecho para ocultarme la libreta y por haberla llenado con vuestra personalidad, para que me las pueda llevar allá donde vaya y pueda grardar con mucho cariño para la posteridad. Y gracias por venirme a despedir jijiji oz jiero.
También gracias por los detalles de Mariajo, Jorge, Belén y Bea. Aprecio muchísimo el hecho de que sacarais tiempo de vuestro dia para darme alguna cosilla. Y la mayoría no me los esperaba para nada y por ello me hicieron tanta ilusión.
No sé que hago para merecer llamaros amigos.
Dejemos el sentimentalismo y vamos a los datos. Hoy llego a mi casa en la que voy a vivir este año y empiezo el instituto el viernes que viene. AY
Eso es todo por hoy
Hata luego
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